miércoles, 14 de diciembre de 2016

ODA A UN ADIOS

Por: Luis Carlos Fernández Cruz

En la profundidad de la distancia y aun sin conocer su calor,
me dijo adiós sin palabras...
No hubo vibración sonora, no hubo palabras de despedida...
Simplemente un adiós sin cuerpo ni alma...

En las estrellas quedaron mis anhelos...
¡Ellos se perdieron en el oscuro infinito buscando su luz!
Le heredaron a la esperanza sus párpados caídos
y ya ni en los sueños se escucha su voz...

Me dijo adiós sin palabras y aun espero alguna explicación...
Que me diga porque mutiló mi alma...
que me diga ¡porqué abandonó mi corazón!
Ni siquiera le dio oportunidad a las lágrimas,
¡ni siquiera una despedida que desencadene el dolor!

Ahora camino con tristezas sin salida...
¡Ahora el mundo ya no tiene color!
Me dijo adiós sin palabras... sin letras,
Me dijo adiós en silencio... ¡y nunca más volvió!


SIEMPRE BELLA

Por: Luis Carlos Fernández Cruz


A tu encantadora presencia obedece toda alegría.
Solo por el anhelo de verte florecen los gozos...
El sentirte cerca ya es todo un adelanto a la dicha...
y saber de ti alegra las horas.

Por eso y por mucho más celebro en mil veces tu vida
y te felicito porque hoy cumples un nuevo año.
Que tus maravillas sustenten otros mil años
y que tu vida sea como tu... siempre bella!

LETRAS VOZ Y CUERPO

Por: Luis Carlos Fernández Cruz

¡Eres dos personas! Quizás tres...
Aun no sé quién de pronto me habla en tu cuerpo...
¿La de las letras de color rosa, corazones y besos?
O la de las palabras frías detrás del teléfono...

¡Quizás la del silencio suspendido mirándome a los ojos sin hacerlo!
¡Esa, la de cuerpo entero que calla cuando anhelo de ella un te quiero!
¿Pero de las tres cual prefiero?
Bonitos son los mensajes rosados, besos volando.

Pero de que me sirven si están lejos,
Tampoco prefiero la de las letras...
¿La de la voz quizás?
Pero son palabras también vacías porque no tienen la energía del cuerpo.

¡No siento su calor!

Además ya no hay rosa en tu voz. ¡Solo diálogos eternos!
Y qué me dices de la tercera. ¿La del fin de semana finalizando el día?
¿La de la tarde perdida?
Quizás en ella este mi esperanza...
¡Porque la noche con ella me da vida!

Pero espera...
La del cuerpo caliente no habla ¡y menos con palabras de colores!
No expresa un te quiero con su voz, ni con sus ojos, ¡ni con su cuerpo!
¡A veces creo que te divides en letras, voz y cuerpo!
¡Y a veces creo que solo eres una bien escondida en tus miedos!

¿Eres una sola?
La oportunidad de saberlo se está perdiendo.