lunes, 21 de octubre de 2013

DEL OSCURANTISMO AL ENCANDILAMIENTO. DOS ÉPOCAS CON UNA SOLA REINA

Por: Luis Carlos Fernández Cruz.

En función de la época en la que vivimos, hablemos un poco de la situación de nuestros estudiantes y de la juventud en general, y para ello, hablemos de la realidad tecnológica y de la realidad social, que determinan en gran medida la dirección que toman nuestros estudiantes y la juventud misma hacia un futuro intenso, en donde se vive en función de infinitas aplicaciones tecnológicas que están en constante interacción con ellos mismos en medio de una sociedad constantemente ocupada, sin poder, sin visión y con poca o ninguna oportunidad de emancipación; una sociedad a la que una oportunidad histórica le permitió abrir sus ojos pero que aun sin haber aprendido a ver, fue cegada por el intenso brillo de una bombardeante información.

Al respecto, y para entrar en contexto; vivimos en una sociedad del conocimiento que si comparamos con la época del oscurantismo de la edad media, puede tener gran similitud en el fondo, pero una obvia gran diferencia en la forma, es decir, en el oscurantismo el conocimiento estaba velado al grueso de la sociedad y solo estaba a disposición del clérigo y la monarquía; por el contrario, en nuestro presente, el conocimiento está totalmente abierto a todo el mundo y se busca constantemente la forma de acceder más fácil a él. Incluso todas las políticas educativas en muchos países del mundo van en función de la sociedad del conocimiento. Sin embargo, en el fondo, el mismo grueso de la sociedad o población, incluso aquellos que viven en una buena estratificación social; vive en cierta penumbra todavía llamada “ignorancia” que en dos épocas, aparentemente opuestas, aún sigue siendo la reina y que los constituye como individuos fácilmente manipulables. Esta vez no es por la prohibición o la falta de acceso a la información sino por el constante bombardeo de ésta. Es decir, hoy se tiene acceso a grandes cantidades de información y los tiempos son por esa misma razón mucho más cortos. Frente a ello, deviene la necesidad de acceder solo a aquella que guste y que por lo general, normalmente entretiene, limita, mercantiliza y hace fácilmente manipulable a las personas. Hay acceso a tanta información, a tanta “luz”, que se produce el encandilamiento y el resultado es la ceguera y el querer alcanzar una luz inexistente en medio de la oscuridad reinante que constantemente escapa a nuestro foco.

Desde este punto limitado de vista, nuestra realidad se observa con ojos de época en donde nuestros jóvenes no se pueden expresar porque no tienen tiempo para hacerlo; porque tienen posibilidades limitadas de formarse como individuos autónomos, ya no tienen tiempo para verse a sí mismos porque ven a través de la televisión y los demás medios. Buscan constantemente encajar en una sociedad que los lleva por caminos de un inexistente facilismo y una ilusión de obtener resultados inmediatos, con poco esfuerzo o determinación y poca voluntad. Toma cada vez más fuerza la llamada cultura del “ya”, donde se quiere tener resultados deseados de inmediato y sin pasar por el esfuerzo y la disciplina; esto termina en caminos de ilegalidad y pocos resultados confiables y duraderos en donde juega inmenso papel la inocua suerte.

La tecnología, entonces, está tomándose como una herramienta del entretenimiento, del ocio y de la manipulación y constantemente está sirviendo como mecanismo de destrucción de identidades, de sueños, e incluso de realidades, porque estas son reemplazadas por otras virtuales que terminan siendo más atractivas para los jóvenes que su pobre realidad ampliamente sensorial y tristemente sin sentido.

La labor del docente de Tecnología e Informática del siglo XXI, es hacer de las herramientas tecnológicas instrumentos de empoderamiento; usarlas como mecanismo generador de ciudadanía y en medio de una tendencia llamada web 2.0, que ya se constituye a nivel mundial como alternativa, permitir el surgimiento de culturas más sanas y productivas que estimulen a los estudiantes a explotar todo su potencial intelectual en sociedad, apertura y cooperación, dándole buen uso a todas las aplicaciones que se perfilan en la misma sociedad del conocimiento y de la tecnología como instrumentos de visualización de una realidad más coherente, y por supuesto, como generadoras de un futuro más prometedor.

jueves, 8 de agosto de 2013

ENTRE LA EPISTEME Y EL PENSAMIENTO COMPLEJO

Por: Luis Carlos Fernández Cruz
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La ciencia, del latín scientia 'conocimiento', siempre ha sido una vía de reconocimiento del deber ser humano, del sentido propio que busca como objetivo o propósito de la existencia, el conocer con conciencia; aunque en los tiempos del oscurantismo fue en muchas oportunidades reducida, diezmada y llevada a las penumbras, siempre tuvo la luz de unos cuantos hombres que sabiendo hacer ciencia plantaron los pilares del conocimiento humano. Esos hombres le dieron mayor sentido a la capacidad racional humana y aunque en muchos lugares de la historia estuvo por mucho tiempo ligada a la religión y los preceptos y juicios del dogma, tuvo el valor para mantenerse y aflorar en una oportunidad que la misma historia le entregó para tomar su lugar como fundamento que explica el modo como las leyes naturales se expresan de frente a nuestra realidad.

Reconocemos entonces que la ciencia como tal tiene orígenes desde el mismo momento en el que el hombre como hombre es un ser racional. El acto de conocer está implícito en su humanidad y ve en la pregunta, la indagación o el interrogante su mejor forma de manifestación. Para F.V. Konstantinov (1960), la ciencia descubre las leyes del mundo objetivo y nos da, al hacerlo, la posibilidad de prever los acontecimientos, sirviendo así de instrumento para la transformación práctica del mundo por el hombre, de instrumento para someter las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad a los intereses de éste.[1] Sin embargo para Morin (1984), no existen tales leyes, el conocimiento no consiste en absoluto, en limitarse a extraer leyes; dichas leyes son extremadamente pobres y comportan tantas incertidumbres que su legalidad está apolillada.[2]

Es aquí donde después de un gran trayecto histórico, la ciencia involucra la teoría, el modelo, la hipótesis, la predicción, el determinismo y la misma incertidumbre, ésta última como reconocimiento que no hay verdad absoluta y que la ciencia como ciencia evoluciona y se re-acomoda constantemente conforme surgen nuevos estados o percepciones de nuevas realidades de nuestro mundo natural. Pero que también; en su evolución demuestra nuevos caminos de pensamiento que llevan al acto de conocer a nuevas dimensiones antes mutiladas por los mismos hilos que tejían ese conocimiento. Quiero decir con esto que la forma de hacer ciencia también hoy en día está en los índices de los libros y evoluciona a niveles que ven en la complejidad como la nueva forma de pensar el fenómeno y como interactúa con el universo, cuán ilimitado sea esté.

LAS CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD Y EL PENSAMIENTO COMPLEJO

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Textos como los de Leonardo G. Rodríguez Zoya y Julio Leónidas Aguirre, ‘Teorías de la complejidad y ciencias sociales’, que tiene como complemento a su título la frase: Nuevas estrategias epistemológicas y metodológicas, ‘Teoría general de los sistemas’ de Ludwig Von Bertalanffy, y ‘El Punto Crucial’ de Fritjof Capra; permiten a nuestro pensamiento cubrir mayor superficie y trasegar a través de aguas más claras, aunque también surgen nuevas interrogantes que se muestran como abismos oscuros en nuestro viaje, abismos que en este punto de navegación quisiéramos incluso bucear y reconocer en su más entrañable secreto. 

Un primer elemento a tratar es la relación y diferencias entre el pensamiento complejo y las ciencias o teorías de la complejidad. En palabras de Morin (2004); Reynoso (2009), 'las teorías de la complejidad' -en plural-, son (…) las teorías de los sistemas complejos en sentido amplio (sistemas dinámicos, sistemas no lineales, sistemas adaptativos), la teoría del caos y los fractales; mientras que 'el pensamiento complejo' introduce, en el terreno de las ciencias, una racionalidad post-clásica que habilita e incorpora problemas ignorados o vedados por el pensamiento científico moderno.[3]

Surge para nuestra claridad una apropiada y necesaria diferenciación entre estos dos conceptos: Teorías de la complejidad y pensamiento complejo; ambos involucran directamente nuestra investigación y nuestro modo de hacer ciencia. En primera instancia, al reconocer gracias a los aportes de Leonardo G. Rodríguez Zoya y Julio Leónidas Aguirre en su escrito: ‘Teorías de la complejidad y ciencias sociales’, que incluso en esas teorías de la complejidad aún no hay criterios que las unifiquen y que aunque se trate elementos que puedan tomarse como universales, cada una de ellas tiene su particularidad y su esencia. Un segundo aspecto que nos interesa aún más es el pensamiento complejo como una forma o modo de racionar y que toma especial valor al reconocerlo como aquel modelo que involucra dentro de sí mismo otros aspectos, ahora esenciales, que permiten ver de manera más completa la razón del ser de aquello que se indaga o se investiga; pensamiento que le da sentido y vida al concepto de transdisciplinariedad.

No menos importante aparece en escena el concepto de sistema que en palabras de Morin (1977:124,126) se define como “unidad global organizada de interrelaciones entre elementos, acciones o individuos”. Al respecto emergen palabras como organización y desorden que de alguna manera se interrelacionan y que son las que le dan sentido a la cosa en sí como sistema, incluso organización y sistema van ligados y no se conciben el uno sin el otro. Pero en esta instancia, ¿dónde entra la complejidad vista como método y no como conjunto de teorías? Ya está visto que como teorías se observan limitadas si su modo de análisis mutila entornos esenciales en razón de acomodarlas a modelos matemáticos que tienden a la exactitud siempre buscada pero que involucran al sistema objeto de análisis como cerrado, alejado del sistema abierto que es el que abunda en el universo y que involucra lo que la complejidad como método intenta comprender. De este modo esa complejidad como pensamiento se perfila como buscadora generadora de frecuencias tales que entran en armonía con la sinfonía de ondas que supone todo un sistema, con la esperanza, de por sí compleja y no complicada, de desentrañar todo la partitura a partir de la incorporación aproximada de una tonada y no de la extirpación de frecuencias altas y bajas que por no ser escuchadas por el grueso de la capacidad humana se suponen innecesarias pero que estando allí son verdad, son necesidad, son belleza y no obstáculo, basura o espacio vacío para aquellos que tengan la capacidad de escucharlas.

Con apasionante mirada ‘El Punto Crucial’ de Fritjof Capra[4]hace un viaje por la historia de la ciencia y el paradigma del pensamiento, la forma de hacer episteme y de ver como en el transcurso del mundo hasta la existencia de mi yo, vienen y devienen métodos, descubrimientos, formas de pensamiento, teorías del funcionamiento del universo y aplicaciones, como las que supuso la electricidad y el magnetismo, que obligan a los pensadores a ver el mundo con otros ojos y que develan por ello, nuevas formas naturales explicadoras, y solo hasta ahora, útiles de mi realidad. Tal mirada demuestra también con abundante evidencia lo que en palabras ella misma expresa; modelos filosóficos y científicos como los de Galileo, Descartes, Bacon, Lucke, Lamarck, Darwin, Clausius, Boltzmann, Einstein y otros no menos importantes dan cuenta de su importancia, validez y lugar en la historia, al tiempo que permiten reconocer su intención de cómo hacer ciencia. Al respecto surge de entre ellos, particularmente a partir de Galileo y Descartes, la interpretación del mundo y sus leyes mediante modelos matemáticos que por exactos se consideran verdaderos y que permiten el surgimiento de ciencias o teorías de la complejidad de las cuales ya se habló antes. Tales modelos matemáticos no pueden nunca desecharse porque demuestran y predicen con exactitud intrínseca los fenómenos de la naturaleza, pero tampoco se deben consagrar como únicos caminos de comprensión del universo y de sus secretos; simplemente son esenciales pero no completos y lo digo porque la elaboración de esos mismos modelos matemáticos involucran la necesidad de abandonar los detalles que haciendo parte del todo influyen en la realidad objeto de análisis. El siquiatra R. D. Laing enfáticamente nos recuerda: “Quedan por fuera, vista, sonido, gusto, tacto y olor y junto con ellos se van la estética, la sensibilidad ética, valores, cualidad, forma; todos los sentimientos, motivos, intenciones, alma, conciencia, espíritu. La experiencia como tal, queda desterrada del campo del discurso científico.”[5]

Esto sin lugar a dudas es la razón del ser del pensamiento complejo, porque este tiene como una de sus premisas indagar en el todo en cuanto es todo y es sistema como interrelación de partes en organización y re-acomodación constante y que además entra en mecanismo cíclico mediante la retroalimentación y la incorporación de otros sistemas. Es una forma de ver que como compleja, interpreta y hace mayéutica de los supuestos azares que la ciencia nos expresa y que involucra de modo muy significativo y recalcitrante en las ciencias sociales, al sujeto mismo como fundamento del todo y como razón de ser de las partes.

En cuanto al interés gnoseológico que me asiste en relación a la búsqueda de alternativas de desarrollo comunicativo, intelectual, analítico y de identidad de estudiantes de la formación básica y media en función de la tecnología y los medios de comunicación, (incluyo las TIC pero no son éstas el todo); veo con especial atención la postura de sistema como unidad global de elementos organizados en interacción constante, en interrelación; y, habiendo reconocido en previas observaciones que el acto de comunicarse es en sí un sistema complejo, ahora deberá verse aún más como tal desde la perspectiva de ese pensamiento complejo a razón de todo lo que implica el reconocimiento profundo del acto de la comunicación y los fenómenos que se suceden en el sujeto desde el punto de vista del desarrollo de la misma y con ello del desarrollo de los demás insumos capaces de crear en ese sujeto una identidad reconocida como real por él mismo; una identidad que lo catapulte como un sujeto político con todo lo que implica dicho concepto.

Al aplicar con mayor sentido las propuestas en desarrollo que involucran el uso del potencial tecnológico y comunicativo en la formación de ese sujeto político de acuerdo al concepto de sistema, aceptando las pocas similitudes y grandes diferencias, rupturas entre teorías de la complejidad y el pensamiento complejo y reconociendo en el cuerpo de la investigación, el sujeto (estudiante), muchos de los fenómenos de su particularidad; se hace aún más posible la interpretación de éste como ente transformador dentro del modelo democrático que supone la transición hacia un apropiado desarrollo del País a partir del fortalecimiento autónomo de sus individuos.

Hacer episteme es hacer ciencia y el modelo de pensamiento complejo involucra netamente ahora más que nunca a las ciencias sociales y al sujeto en particularidad. Esto aunque complejiza el proceso epistemológico, proyecta y anuncia resultados con mucho más énfasis en lo humano para lo humano y en correspondencia con la naturaleza misma para, no solo conocer sus leyes, sino que también vivir armoniosamente con ellas.


[1]F.V.Konstantinov, (1960). El materialismo histórico. México. Editorial Grijalbo.
[2]Morin Edgar.(1984). Ciencia con conciencia. Barcelona. Editorial Anthropos. 
[3]MORINEDGAR,(2004), La Méthode VI. Éthique. 2004, 1º ed. Seuil, Paris; REYNOSO CARLOS,(2009),
Modelos o metáforas. Crítica del paradigma de la complejidad de Edgar Morin.1ºed.Editorial SB, Buenos
Aires.
[4]Capra, Fritjof. (¿?) El Punto Crucial. [en línea] disponible en: http://pioneros.puj.edu.co/lecturas/iniciados/Maquina%20del%20Mundo%20Newtoniano.pdf
[5]Tomado de Capra, Fritjof. (¿?) El Punto Crucial.(P. 2).

sábado, 3 de noviembre de 2012

REDIRECCIONAMIENTO DE LOS MASS MEDIA HACIA OBJETIVOS DE EXPRESIÓN DEL SUJETO EDUCABLE


Por: Luis Carlos Fernández Cruz.

“Este momento histórico exige cambiar la mirada que veníamos teniendo sobre los fenómenos educativos y comunicativos y buscar de raíz las transformaciones en los lenguajes, los conocimientos, las habilidades cognitivas que se instauran a partir de los procesos gestados en las nuevas herramientas del conocimiento”
Marco Raúl  Mejía
La comunicación, entendida como un proceso de interacción permanente y en construcción mutua del conocimiento, siempre ha sido un discurso indispensable como proceso de socialización de los seres humanos y aún más en la coyuntura enseñanza-aprendizaje. Sin embargo la sociedad misma vive procesos de cambio, procesos de transformación en la forma de ver y entender el mundo de hoy, y los medios de comunicación se hallan inmersos en ese proceso convirtiéndose en parte de la vida diaria de los jóvenes y definiendo como consecuencia, nuevos signos y nuevas formas dependientes de pensamiento.

El licenciado Manuel Antonio Alva Olivos afirma textualmente: “Cuando se ve a la educación desde una perspectiva unidireccional, se tiende casi inconscientemente a no dar valor a la expresión personal de los educandos y a no considerar esas instancias de autoexpresión y de interlocución como componentes ineludibles del proceso pedagógico”. Sin embargo notamos hasta el cansancio con 24 horas de programación y Terabytes de información por neurona en la nube de la globalización, que si es necesario darle valor a la expresión personal de aquel educando, también es necesario reconocer que en buena parte se detecta en ella la manifestación certera de los medios masivos de comunicación como maquinarias que han socavado en sus entrañas extirpando identidades y rellenando realidades de fachada. Se observa el resultado del adiestramiento y de la alienación, de la pérdida de individualidad y de la aceptación de realidades compradas a peso de miradas y de mil formas de ondas de comunicación.

Por las anteriores razones la enseñanza de hoy junto con su cuerpo docente, está al tanto de los nuevos paradigmas que le exigen cambiar la forma de comunicación con los educandos y reconocer que el adiestramiento ha tomado por asalto a la educación y se ha llevado de las aulas a sus estudiantes para llevarlos al alcance de su nuevo tutor, los medios masivos de comunicación.


Estos medios ocupan un amplio espacio en la sociedad y ejercen una influencia directa e indirecta en la vida de las personas. Actualmente los educandos pasan más de la mitad de su tiempo viendo televisión, jugando videojuegos o conectados a internet interactuando en redes sociales que crea en ellos una dependencia que suele ser adictiva, generando así, una influencia en el colectivo y las capas sociales que le dan forma. El resultado es la utilización del tiempo restante en la búsqueda de la aprobación en el modelo vibrante en el aire, la sintonización de su personalidad con lo que “manda” indirectamente dentro del círculo social predominante.

Los mass media o medios masivos de comunicación son estructuradores de ese entorno o medio que como ambiente es generado para definir el contexto en el que los niños después de nacidos (incluso antes), ya vean saturados sus sentidos por la cantidad de propagandas del consumismo en formas, imágenes y mil sonidos, y como devenir, la identificación con un ambiente que crea y recrea su mundo hacia la aceptación de una identidad ajena.

“La comunicación es una emergencia interdinámica de intercambios signicos mediados a través de estímulos físicos y de canales de afectación recíproca entre sus partes”
L. Alejandro Peñuela Velásquez, Luis Guillermo Álvarez García

Para que haya comunicación propiamente dicha, es necesario que haya retroalimentación, en donde los participantes de la comunicación sean receptores y emisores de la información para que puedan transformarla.[1] Cuando la información circula en un solo sentido, sin producir o recibir respuesta del receptor no hay comunicación porque en su definición propia se involucra la interacción recíproca entre los sujetos protagonistas, implica el derecho a la discusión, al dialogo a la crítica, a las expresiones subjetivas que se desprenden de la energía de las palabras incluso los gestos y ademanes. Sin embargo, la tecnología avanza y con ella los medios de comunicación que se han vuelto masivos, se van abriendo cada vez, más caminos de manifestación en muchas vertientes del torrente humano, acomodando la realidad, pues están diseñados como medios doctrinantes...CONTINUAR LEYENDO...




[1] L. Alejandro Peñuela Velásquez, Luis Guillermo Álvarez García. Comunicación compleja:
"Perturbaciones y fluctuaciones en la interacción comunicativa".
Número 25.

miércoles, 24 de octubre de 2012

HISTORIA PARA REFLEXIÓNAR


DEPENDE DE LA FORMA



Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido, ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.  Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido
reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

¡NO ES POSIBLE! LA INTERPRETACIÓN QUE HABÉIS HECHO DE LOS SUEÑOS ES LA MISMA QUE EL PRIMER SABIO. NO ENTIENDO PORQUE AL PRIMERO LE PAGÓ CON CIEN LATIGAZOS Y A TI CON CIEN MONEDAS DE ORO.
Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo Sabio, que todo depende de la forma en el decir. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS AMBIENTAL

Por: Luis Carlos Fernández Cruz.


La crisis ambiental es una realidad y conlleva mirar hacia adelante para afrontarla con todo nuestro potencial, aunque, muchos todavía consideran esta crisis como una exageración y hasta una mentira inventada para abrir nuevos senderos económicos o por el contrario para frenar el desarrollo de esas grandes estructuras económicas. Ellos lo hacen apoyados en estudios paleo climatológicos que muestran que, a lo largo de su historia, la Tierra ha pasado por condiciones climáticas diversas. Sin embargo, como lo destaca el IPCC, esos cambios se produjeron en distintas eras geológicas y tomaron decenas de millones de años y más, para cambiar el sistema climático imperante en cada evo.

El Doctor Osvaldo F. Canziani, en su escrito: El Cambio Climático (Aspectos científicos, económicos, políticos y sociales, afirma: La aparición del Homo sapiens da comienzo a los mecanismos de modificación del paisaje terrestre y el análisis científico muestra que, desde el comienzo de la denominada Era Industrial, el cambio observado se exacerba. Este proceso, iniciado desde mediados del Siglo XVIII, y que sólo se desarrolla desde hace unos 250 años, ya está produciendo diversos efectos críticos en los sistemas naturales y humanos, la salud humana, la estructura económica y social, etc.[1]
“La sociedad necesita recursos que se los apropia de la naturaleza, los transforma, circulan y se consumen, generando residuos que son excretados a la naturaleza misma. La sociedad expulsa al medio ambiente toneladas de residuos. La naturaleza no logra asimilar todos esos residuos.”[2]
PERSPECTIVAS FRENTE A LA CRISIS AMBIENTAL

La crisis ambiental es el resultado del trasegar del hombre en un camino ciego, cegado por la barbarie, la ansiedad de poder, de tener y de sobrepasar, de estar por encima de la naturaleza quien le abrió su tierra como regalo de santa belleza. La crisis ambiental es el resultado de la muerte de la conciencia, de la necesidad de ver el progreso como sea que fuere y por encima de quien fuere, de querer ver la verdad con tantas ideas de mentira por no querer aceptar que el veneno que mata nuestra tierra es aquel que debe dejarse de imprimir en sus venas...CONTINUAR LEYENDO...



[1] El Cambio Climático. (Aspectos científicos, económicos, políticos y sociales. Dr. Osvaldo F. Canziani. Área de Estudios de PEPACG / UCA. Programa de Estudios de Procesos del Cambio Ambiental Global. Buenos Aires, Abril 2007.

[2] Téllez Maldonado, Alejandra (2012) La complejidad de la problemática ambiental de los residuos plásticos: una aproximación al análisis narrativo de política pública en Bogotá. Maestría tesis, Universidad Nacional de Colombia.